Los callejones eran como una fría mujer que te envolvía el cuello con sus piernas, apretaba con muslos de acero y te dejaba sin respiración.
Sinopsis.
Chicago, una ciudad donde el crimen y la corrupción acechan en cada callejón de una calle oscura o en el amplio y luminoso despacho de un juez. El detective Henry Dupont, junto a su nuevo compañero, el detective James Ryan, deberá investigar el caso de una asesina en serie a su vez que tendrá que lidiar con un trauma del pasado.
Acompaña a Henry en la investigación desde los suburbios hasta los barrios ricos, pasando por un club nocturno, una tienda de cómics; un bar de moteros y un motel, interrogando a cuatro sospechosas de distintas clases sociales. ¿Cuál de ellas será la asesina?
Opinión personal.
Si escoges como lectura una novela negra, es porque claramente no quieres leer cuentos de hadas.
Si la novela que has escogido se llama Sangre por Carne, ya te haces una idea de que puede haber asesinatos.
Pero si además, cuando empiezas a leerla, ya la primera frase que te encuentras es: Cuando la policía llegó al motel, las gotas de sangre aún se deslizaban sin prisa desde el colchón de la cama hasta el suelo de aquel mugriento cuchitril... Entonces, es cuando te sale esa media sonrisa, te acomodas en el sofá, y te preparas para resolver el crimen del siglo.
Como personaje principal y protagonista de esta historia, tenemos al sargento Henry Dupont, un policía atormentado por sus propios fantasmas. Un hombre amargado que ha perdido la ilusión y las ganas de vivir, pero que sigue arrastrándose por el mundo con más pena que gloria.
...se había convertido en un policía de los llamados caimán, al que ya no le importaba nada ni nadie...
Por otro lado, está el detective James Ryan, un policía recién ascendido al que le toca la penitencia de ser el compañero del famoso Henry Dupont. James es todo lo contrario a Henry, es amable y educado, algo que su compañero y superior parece haber olvidado, y a lo largo de la novela, le tocará sacarle las castañas de fuego en más de una ocasión.
En la novela, claro está, hay muchos más personajes, pero si tuviera que destacar a uno, sería al señor Chan, un inmigrante chino que regenta una licorería en el barrio chino de la ciudad, de la que por supuesto, el sargento Dupont es cliente habitual. El señor Chan es además un hombre valiente dispuesto a enfrentarse al mismísimo demonio para defender su honor y el de su familia.
Este personaje no es de vital importancia en el desarrollo de la trama, pero protagoniza una de las escenas que más me sorprendió.
Como ya he dicho al empezar, al escoger una novela negra sabes que no vas a leer cuentos de hadas. Y en esta, menos aún. Así que si eres de los que se revuelven con CSI, te aconsejo que te lo pienses antes de adentrarte entre estas paginas. Aquí hay mucha sangre, descripciones de escenarios de crímenes y cadáveres maltrechos, algunos en descomposición, y el autor no es de los que te adornan el texto con florituras, al contrario.
Este es el segundo libro que leo de este autor, y he notado una clara evolución en su manera de narrar respecto a su otra novela La Puerta de Atrás. En este libro la narración es más fluida, y da ligereza a la lectura, lo que hace que quieras seguir leyendo un capitulo más, y otro, y otro...
En cuanto al desenlace, el autor fiel a su estilo, vuelve a sorprender con un final atípico y esta vez totalmente abierto con el que nos deja con la miel en los labios esperando la continuación de esta saga.
Un libro que recomiendo a todos los amantes de la novela negra con crímenes violentos, porque seguro que la disfrutarán.
¿Te atreves a adentrarte en los bajos fondos de la ciudad de los vientos?
Pues puedes conseguir la novela en el siguiente enlace.
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