Reseña MORIR NO ES LO QUE MÁS DUELE de Inés Plana

 

TITULO: MORIR NO ES LO QUE MÁS DUELE

AUTOR: INÉS PLANA

EDITORIAL: ESPASA

PÁGINAS: 442

En este mundo sólo sobreviven los fuertes, esa agresiva minoría que se hace sitio a codazos y arrincona a los débiles hasta aplastarlos contra la pared.

Sinopsis.

Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos kilómetros del escenario del crimen. Frágil, solitaria, bebedora de vodka en soledad, Sara rehúye cualquier contacto con las personas y trabaja desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julián Tresser se hace cargo del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez primera a una investigación criminal, una investigación difícil, sin apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser avance en sus indagaciones, descubrirá unos hechos que darán un trágico vuelco a su existencia y le conducirán a un viaje a los infiernos que marcará su vida para siempre.

Extraordinaria novela con una trama hipnótica encajada como un puzle y unos personajes con alma que se debaten entre el bien y el mal.

A veces lo que queremos ver oculta lo que realmente es.

Opinión personal.

Este es un thriller con una carga de intriga excepcional. Con unos personajes tan bien construidos que no tienen ningún desperdicio, ninguno de ellos.

La historia comienza con el hallazgo de un cadáver. Un hombre aparece ahorcado a las afueras de Madrid. Desde el primer momento se descarta el suicidio, pues al cadáver le han arrancado los ojos. Pero curiosamente, en uno de sus bolsillos encuentran un papel con el nombre y dirección de una mujer. Y ese es el hilo del que tendrán que tirar el teniente de la Guardia Civil Julián Tresser y su compañero el Cabo Coira para resolver el caso. Un caso que tiene mucha más miga de lo que parece.

Julián Tresser es el típico policía que siempre está de mal humor, que no soporta a nadie ni tampoco se molesta en caer bien a nadie. En cambio, el cabo Coira acaba de ser ascendido y llega a este su primer caso como investigador con todas las ganas del mundo. El problema, que tendrá que hacerlo como subordinado del teniente Tresser, y va a necesitar una GRAN dosis de paciencia.

El odio, siempre devastador, un motor eternamente sediento de combustible que, en ocasiones, se enmaraña caprichosamente con el placer.

La historia se desarrolla en el año 2001, pero también cuenta con varios flashbacks que nos llevan al  verano de 1973, con lo que está narrada en presente y pasado. Debido en parte a esto, pronto sabemos quién es el asesino, pero lo que vamos descubriendo a lo largo de la investigación es el motivo del asesinato. Al contrario de lo que pueda parecer, esto no hace que la emoción decaiga, ni mucho menos. La autora ha sabido mantener al lector expectante hasta el final de forma magistral dejando pistas en forma de datos para que poco a poco podamos ir montando el puzle que es esta historia.

Si es cierto que la trama se desarrolla a fuego lento, incluso a veces puede parecer que se estanca, pero cuando te quieres dar cuenta ocurre algo que vuelve a poner en marcha todo el engranaje. 

Llega un momento en el que ya nada puede empeorar más, y entonces sobreviene una extraña calma y el miedo es desterrado a una isla que no aparece en los mapas.

Este es un libro que, si lo analizamos un poco, nos damos cuenta de que expone muchos más temas de los que aparenta en un principio, algunos de ellos digámoslo bastante escabrosos. Toca temas brutales como el trato a los prisioneros y sobre todo a las prisioneras de las guerras, temas delicados como los traumas psicológicos de los que algunas personas no se llegan a recuperar nunca, temas peliagudos como la sempiterna escasez de medios policiales, o temas un poco más dulces como la literatura como refugio del alma. 

Desde la poesía de Emily Dickinson hasta las canciones de Karina, pasando por una pequeña clase de micología, de todo esto y mucho más podemos encontrar en este libro que, aunque deja bien aclarado y cerrado el caso principal, también deja algunos flecos sueltos que nos conducirán a la siguiente historia. Pero de esa hablaremos otro día.

En definitiva, esta es una historia de polis y asesinos que, si eres amante de género policiaco, te recomiendo leer porque seguro que te gustará. 

Si te ha picado el gusanillo y quieres leerla, puedes encontrarla aquí.

¡Felices lecturas!

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