Desde que se fue, todos los días intento dejar de amarla, como si olvidarla fuese una especie de ejercicio que solo con la práctica se hará posible. Dejar de pensarla, arrancarla de mi piel.
Sinopsis.
Ese miedo abismal a estar solos y pensar, sobre todo miedo a pensar. En los sueños frustrados, en lo que se convirtieron, en lo predecible que es su vida. En que el tiempo no va a volver jamás, ni las oportunidades, ni la vitalidad. El tren de la vida pasa solo una vez, o te subes o te consigues un trabajo de jornada completa. Tú eliges. Pero mejor no pensar en eso. Ni en nada. Gracias a Dios el sistema nos dio demasiadas herramientas para suspender el pensamiento, para mover los pulgares y no el cerebro.
Días sin camino es una novela urbana escrita a lo largo de Latinoamérica en habitaciones oscuras, esquinas peligrosas y bares sucios. Sus páginas esconden realidades que no necesitan ser ficcionadas. Historias crudas y violentas sobre quiénes componen el borde más filoso de la sociedad.
Así me crie, entre putas y bandidos, con una pistola en la cabeza a los once años y una en la cintura a los trece.
Opinión personal.
Estamos ante una novela dura, que nos cuenta una historia dura, y nos muestra una realidad aún más dura.
Ian es el protagonista de esta historia, al que conocemos en un momento de su vida no demasiado bueno, ya que el amor de su vida acaba de dejarlo, y de repente se encuentra sin trabajo, sin pareja, y sin llegar a alcanzar su sueño de ser escritor. Esto hace que se convierta en una persona muy negativa, inconformista y oscura. Intenta alejar esa sensación de fracaso con alcohol y drogas, y se ve atrapado en una espiral de decadencia de la que tampoco tiene muchas ganas de salir.
Pero para ver la luz al final del túnel, primero se debe tocar fondo, y hasta llegar allí, Ian debe recorrer un largo camino en el que se juntará con las personas marginadas, vagabundos, drogadictos y delincuentes que han perdido la esperanza de encontrar su sitio en una sociedad que ni siquiera los ve, porque no los quiere ver.
¿En qué momento naturalizamos la imagen de una persona revolviendo la basura? ¿Cuándo fue que nos deshumanizamos de tal forma para no conmovernos cada vez que vemos a alguien durmiendo en la calle o a un niño pidiendo en un semáforo?
Definitivamente, este es un libro poco convencional que nos abre los ojos a una realidad que muchas personas viven a diario, y que otras muchas a veces ni siquiera pensamos en ello porque no nos toca de cerca, pero está ahí.
¡Felices lecturas!
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Días Si Camino. German Rodríguez.
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