Decía Mario Vargas Llosa que "Aprender a leer era lo más importante que le había pasado en la vida", y es que la mayor parte de las veces no nos damos cuenta de lo imprescindible que es saber leer para desarrollar cualquier actividad en nuestra vida cotidiana.
Leer es un hábito que deberíamos tener todos ya que es una actividad muy beneficiosa en todos los sentidos, pero además si estamos estudiando o vamos a estudiar debemos no solo saber leer, sino también comprender lo que leemos.
El otro día leí un articulo en el que se decía que Uno de cada cinco estudiantes españoles de 15 años no comprende la idea básica de un texto. Y eso condiciona sus notas (la vanguardia.com) Y esto, claro, está directamente relacionado con las altas cifras en fracaso escolar.
Cuando estás estudiando, y sobre todo en cursos superiores, es importante tener una buena velocidad lectora, pero más importante aún es comprender lo que lees.
La comprensión lectora se debe desarrollar cuanto antes. Desde que aprendemos a leer de pequeños, lo ideal es que más que centrarnos en leer rápido nos centremos en entender bien el texto que estamos leyendo, ya que la velocidad, como en casi todo, se adquiere con la práctica. Pero esto no siempre es así.
Como digo, lo ideal es desarrollar la comprensión desde los inicios, pero si no ha sido así, no pasa nada, todavía estamos a tiempo de mejorarlo. Nunca es tarde para aprender si realmente estamos dispuestos a ello.
A continuación, te dejo algunos consejos para que puedas poner en práctica cuanto antes y puedas mejorar así tu comprensión lectora.
1. Leer. Si, leer, lee todo lo que puedas. Parece obvio pero es que en realidad lo es. Es lo principal y más importante. Cuanto más leas más fácil te será entrenar la comprensión.
2. Textos sencillos. Intenta leer siempre que puedas textos sencillos, que no contengan palabras raras o rebuscadas ni sean demasiado densos. Busca lecturas ligeras que no te cansen en dos páginas.
3. Lee despacio. Te aconsejo que leas muy despacio, prestando máxima atención a cada oración. Y si a la primera no lo entiendes, vuelve a leerlo otra vez, hasta que lo entiendas. Recuerda, no importa el tiempo que tardes en leer un texto, lo importante es que lo comprendas.
4. Descansa. No te agobies si hay algún párrafo que no acabas de entender. Tómate un descanso, y ya verás como cuando vuelvas a leerlo lo comprendes mejor. Si estamos cansados a nuestro cerebro le cuesta más procesar la información.
5. Evalúate. No quiero decir que te impongas un riguroso examen pero puedes hacerte algunas preguntas sencillas sobre el texto que has leído o pedir ayuda a alguien para que te las haga, y así tú mismo podrás evaluar tu nivel de comprensión lectora.
Como ves, son consejos bastante sencillos que cualquiera puede llevar a cabo y así, poco a poco, y casi sin darte cuenta, en muy poco tiempo veras como tu comprensión lectora aumenta considerablemente.
Después, cuando seas capaz de comprender rápidamente cualquier texto, será el momento de centrarte en aumentar la velocidad lectora. Pero eso lo veremos en otro post. De momento, ¡disfruta de la lectura!
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