Las 5 leyes de la biblioteconomía

 



El término biblioteca (del griego βιβλιοθήκη biblion = libro y thekes = caja), significa «el lugar donde se guardan los libros».

Colección, organización y uso son los tres elementos fundamentales de la biblioteca. 

La biblioteconomía moderna realiza especial hincapié en el uso, y por extensión, a los usuarios, ya que la colección y la organización tienen razón de ser en dependencia de esta primera. A través de los siglos ha ido pasando el interés de la colección a la organización y, por último, al uso.

En 1931 el gran bibliotecario indio Ranganathan formuló sus cinco leyes, que resumen a la perfección el espíritu de la moderna Biblioteconomía.

¿Sabéis cuales son?

1.    Los libros están para usarse.

La primera ley de la biblioteconomía "los libros están para usarse" significa que el material de una biblioteca no debe ser aislado del público.

Esta ley constituye la base de los servicios de una biblioteca. El Dr. Ranganathan observó que los libros eran a menudo encadenados para impedir su extracción y que el énfasis era almacenamiento y preservación más que el uso. Sin el acceso de los usuario a los materiales, poco valor hay en estos elementos.




2.    A cada lector su libro.

La segunda ley de la biblioteconomía "a cada lector su libro" significa que los bibliotecarios sirven a un amplio grupo de usuarios, y adquieren literatura para satisfacer un vasto conjunto de necesidades, sin juzgar lo que usuarios específicos eligen leer. Todo el mundo tiene diferencias y gustos diferentes y tenemos que respetarlo.

Esta ley sugiere que cada miembro de la comunidad tendría que ser capaz de obtener los materiales que necesite, y las bibliotecas tendrían que promover y anunciar sus servicios extensamente para atraer una amplia gama de lectores.


3.    A cada libro su lector.

La tercera ley de la biblioteconomía "a cada libro su lector" significa que todos los libros tienen su lugar en la biblioteca incluso si tan solo un pequeño grupo de personas escojan leerlo. 

Este principio está estrechamente relacionado con la segunda ley, pero se centra en el ejemplar mismo, sugiriendo que cada elemento en una biblioteca tiene uno o más individuos que lo considerarán útil.




4.    Hay que ahorrar tiempo al lector.

La cuarta ley de la biblioteconomía "hay que ahorrarle tiempo al lector" significa que todo usuario tendría que ser capaz ubicar el material deseado deprisa y eficientemente.

Esta ley es un reconocimiento que parte de que la excelencia del servicio de una biblioteca es su capacidad de satisfacer las necesidades del usuario eficientemente.


5.    La biblioteca es un organismo en crecimiento.

La quinta ley de la biblioteconomía "la biblioteca es un organismo en crecimiento" significa que una biblioteca debe ser una institución en permanente cambio, nunca estático en su punto de vista. El material, los métodos y el espacio físico deben actualizarse con el tiempo.

Esta ley se centra más en la necesidad del cambio interno que en su relación con el entorno. Ranganathan argumentó que la organización de la biblioteca debe acomodar el crecimiento del personal, de la colección física y de los usuarios. 


Desde su formulación en 1931, estas leyes han influido notablemente en la evolución de la disciplina bibliotecaria y se han convertido en un sólido referente moral para todos los profesionales de las bibliotecas.

Y tú, ¿conocías estas cinco leyes?

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí en la lectura de este post.

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